martes, 25 de junio de 2013

RUTA POR LAS CARAS DE BUENDÍA

Entre dos grandes embalses como son el de Entrepeñas y Buendía nos encontramos con la población de Sacedón (Guadalajara), situado en la comarca de La Alcarria, en el cual realizamos una parada para abastecernos de las últimas provisiones para pasar el día.

La construcción más destacable que el visitante encuentra nada más entrar en Sacedón es la iglesia parroquial dedicada a Nª Sª de la Asunción, construida en el siglo XVII y reedificada en el siglo XX, la iglesia es de tipo columnaria de estilo tardogótico con detalles renacentistas.

La portada de estilo renacentista está orientada al mediodía y presenta líneas clasicistas con un arco formado por pilastras cobijado entre dos contrafuertes, coronado con una moldura y rematado con un frontón triangular adornado con dos bolas a ambos lados.

El elemento más sobresaliente de la construcción es su torre de planta cuadrada y de 35,5 metros de altura, donde se alberga el campanario, todo el conjunto arquitectónico se le atribuye a Juan Ballesteros.

La iglesia consta de tres naves, dentro de las cuales encontramos columnas con fuste liso y capiteles toscanos, cúpulas nervadas, amplios presbiterio, coro alto y una gran capilla.

Una vez recorridas las calles aledañas a la iglesia ponemos rumbo al pueblo de Buendía (Cuenca), donde se localiza el punto de inicio de la ruta.

Tras estacionar el vehículo, iniciamos la ruta desde la calle Boleo de Buendía dirección Norte, la senda tiene una longitud de 14,5 kilómetros en total y es de dificulta baja.

El camino por el cual avanzamos es una amplia pista de tierra muy cómoda, denominada el antiguo Camino de Santa María de Poyos, que en la actualidad se encuentra bajo las aguas del embalse.

Mientras caminamos podemos ver a nuestra derecha las aguas lejanas del embalse de Buendía, el paisaje esta marcado por la presencia de tierras de cultivo y reductos de sotobosques donde la fauna silvestre encuentra cobijo.

A lo largo del camino encontramos balizas que indican la dirección y la distancia al destino, por lo que ofrecen de forma sencilla valiosa información al senderista.

En mitad de unas tierras de cultivo presenciamos un rebaño de ovejas, cuadrúpedo cada vez más difícil de ver para aquellos que no tenemos pueblo, apartada del rebaño se encontraba un oveja pariendo un cordero blanco como la nieve recién caída, todo un espectáculo a tan solo unos metros de distancia , un poco mas alejado se ubicaba inmóvil un burro provisto con sus alforjas observando pacientemente la escena.

Gracias a la lluviosa primavera de este año el campo nos muestra todo su esplendor y entre los olivos encontramos multitud de flores que tapizan todo el campo dotándolo de una gran infinidad de colores.

Tomando los depósitos de agua como referencia, tomamos el camino que aparece a nuestra izquierda que nos conducirá hasta un frondoso pinar, tras recorrer unos 4 kilómetros encontramos un cruce de caminos, donde se encuentra señalizada la pequeña senda de “Las Caras de Buendía”, un recorrido muy agradable de unos 2 kilómetros.

Una vez abandonada la pista forestal, nos adentramos al denso pinar por un sendero que nos irá descubriendo las 18 esculturas realizadas en las propias piedras de arenisca de la zona, los escultores que llevaron a cabo las obras son Jorge Maldonado y Eulogio Reguillo, cada escultura tiene su propio nombre:

1- Moneda de la Vida.

2- Cruz Templaría.

3- Krishna.

4- Maitreya.

5- Arjuna.

6- Espiral del Brujo.

7- Chemary.

8- La Monja.

9- Chamán.

10- Beethoven.

11- Duende Indio.

12- Paleto.

13- Duenda de la Grieta.

14- De Muerte.

15- Dama del pantano.

16- Cruz del Temple.

17- Virgen de Lis.

18- Virgen de las Caras.




Una vez visitado tan curioso museo al aire libre y recuperado energías tomando el merecido almuerzo, retomamos la pista principal dirección Este, durante el trascurso del camino podremos divisar al fondo las aguas verde turquesa del embalse de Buendía.

Tras bordear el pinar tomaremos dirección Norte, y ante nosotros tendremos paisajes alcarreños protagonizados por olivares y tierras de cultivo donde se aprecian los grandes terrones de tierra de color rojiza tan característica de la zona.

En el kilometro 8 surge un nuevo cruce de caminos, elegiremos la derivación la cual nos ofrece la posibilidad de llegar hasta el Mirador de la Peña de la Virgen a tan solo 500 metros del camino principal, desde el mirador situado en una atalaya natural desde la cual podremos otear el embalse de Buendía.

Retomando el camino principal dirección Sur, llegaremos al pueblo de Buendía desde el mirador al pueblo recorreremos unos 5 kilómetros durante los cuales podremos disfrutar de pinares, tierras de cultivo y encinares.

Durante la senda mirando al horizonte dirección Oeste localizaremos un parque eólico con un gran número de molinos de viento destinados a la producción de energía eólica.

Una vez llegamos al pueblo pudimos observar los tramos de la muralla del siglo XV que conserva en buen estado Buendía y pasear por su tranquilas calles.

De vuelta a Madrid, decidimos parar en los miradores que hay justo a cada lado de la impresionante presa del embalse, donde se pueden observa impresionantes vistas de los cortados y del río Guadiela.

Si te ha gustado el reportaje sobre la ruta de “Las Caras de Buendía” y quieres realizar una visita contando con la ayuda de un guía puedes contactar conmigo, escribiéndome a: danielmedioambiente@gmail.com



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