A
unos 44 kilómetros de la ciudad de Madrid, encontramos la población de Olmeda
de las Fuentes, que pertenece a la comarca de Alcalá de Henares y roza con la
provincia de Guadalajara, el municipio de Olmeda de las Fuentes consta de 16,6
km2, situado entre dos importantes ríos de la Comunidad de Madrid,
como son el río Henares y el río Tajuña, a una altitud de entre los 700 y 850
metros conviven sus 352 habitantes.
Olmeda
de las Fuentes está rodeada por diversas poblaciones, utilizando los 4 puntos
cardinales vemos que al Norte se localiza Pezuela de las Torres, al Este
Ambite, al Oeste Nuevo Baztán y al Sur Villar del Olmo.
Habrá
que esperar hasta la Edad Media siglos XII y XIII para descubrir las primeras
menciones escritas sobre el pueblo relacionadas con Alcalá de Henares.
A
lo largo del siglo XVI, obtiene la categoría de Villa, concretamente el 22 de
agosto de 1564 mediante este acontecimiento Olmeda pasa a ser un pueblo
autónomo de la jurisdicción alcalaína, por lo que desde ese mismo momento
adquiere su propia potestad en materia ejecutiva, legislativa y administrativa.
A
lo largo de los años la jurisdicción de Olmeda fue revendida en numerosas
ocasiones, práctica muy habitual por la Corona para obtener financiación, los pudientes
Señores que compraron la jurisdicción, el señorío o el vasallaje fueron los
siguientes:
1576
Baltasar Lomelín.
1582
Alonso Núñez de Bohórquez.
1584
los vecinos recuperan la jurisdicción a través de un pleito haciéndose valer el
derecho de tanteo por parte de los vecinos del pueblo.
1593
Don Pedro de Franqueza, Conde de Villalonga.
Durante
un siglo Olmeda cuenta con su propia jurisdicción.
1683
Fernando Antonio Loyola, Marques de la Olmeda.
1714
Don Juan de Goyeneche.
1735
Francisco Javier de Goyeneche.
1748
Francisco Miguel de Goyeneche, Conde de Saceda y Marqués de Belzunce.
1762
María Antonia de Indaburu, se hace cargo de la jurisdicción de Olmeda en calidad
de tutora de su hijo el Conde Juan Javier de Goyeneche e Indaburu.
Sin
duda el personaje más ilustre de la Villa fue Pedro Páez Xaramillo, que nació en 1564 en Olmeda de las Cebollas,
perteneciente a una familia noble, estudio en la Universidad de Coimbra y con
18 años ingresa en la Compañía de Jesús.
Tras
finalizar sus estudios en teología, expresa a sus superiores su vocación
misionera, y en 1588 empiezan sus aventuras y descubrimientos, ese mismo año
emprende el viaje a Oriente y África de donde ya no volvería.
Viajo
por la India hasta llegar a Goa donde permaneció un año y desde allí junto con
el padre Monserrat viaja al golfo de Ormuz dirección a Etiopia.
Durante
el viaje es cautivado por los árabes, que le vendieron junto con su compañero
de viaje como esclavo a los turcos. A lo largo de su cautiverio fueron viajando
y fueron los dos primeros europeos en cruzar la región de Hadramaut, al sur de
Yemen, al igual que atravesaron el desierto de Rub´ al Khali, la extensión de
arena más grande del mundo en la península arábiga.
Tras
seis largos años de cautiverio fueron rescatados y trasladados de nuevo a Goa,
donde Monserrat falleció.
En
1603 Páez disfrazado de armenio consigue cruzar el Mar Rojo y entrar por fin en
Etiopia.
Tras
entablar amistad con el Emperador Susinios, realiza diversos viajes con él, lo
que le permite ser el primer europeo en viajar hasta las fuentes del pequeño
Nilo y la salida del Nilo Azul en el lago Tana.
Durante
su estancia en África estudio las costumbres, las religiones y las lenguas de
los pueblos africanos, gran políglota, intelectual y arquitecto, levanto un
palacio de piedra en las orillas del lago Tana y nos dejo escrito en portugués
un formidable libro sobre Etiopia.
Fue
el primer europeo que recorrió los territorios del sur del Yemen y el primero
en escribir sobre el café.
En
1622 convierte al catolicismo al Emperador Susinios y fallece ese mismo año,
fue enterrado en la iglesia que el mismo diseño en Górgora.
Como
he mencionado anteriormente he indicado que Pedro Páez Xaramillo nació en
Olmeda de las Cebollas, el atento y curioso lector se habrá percatado de tal
detalle, bien en el año 1953, concretamente el 29 de septiembre de ese mismo
año, siendo alcalde Don Ricardo Gonzalo Sáez, por petición popular realiza un
escrito dirigido al ministro de la gobernación solicitando el cambio de nombre,
principalmente alegaban que el nombre de Olmeda de las Fuentes, refleja mejor
la esencia y realidad del pueblo debido a las numerosas fuentes que la
población alberga y en este caso estoy de acuerdo con el alcalde de la época
siendo el nuevo nombre mucho mas eufónico que el anterior.
Tras
la historia que nos ofrece Olmeda de las Fuentes, es hora de disfrutar del
paisaje, Olmeda de las Fuentes forma parte de la Baja Alcarria, donde se
suceden páramos, cuestas y vegas.
En
cuanto a la flora y fauna que podemos encontrar en Olmeda de la Fuentes,
destacamos las siguientes:
Chaparro
o coscoja (Quercus coccifera L.)
Quejigo
(Quercus faginea)
Álamo
negro o chopo (Populis nigra)
Olmo
(Ulmus minor)
Águila
perdicera (Aquila fasciata)
Águila
real (Aquila chrysaetos)
Halcón
peregrino (Falco peregrinus)
Águilucho
cenizo (Circus pygargus)
Búho
real (Bubo bubo)
Sisón
común (Tetrax tetrax)
Perdiz
roja (Alectoris rufa)
Conejo
común (Oryctolagus cuniculus)
Zorro
(Vulpes vulpes)
Jabalí
(Sus scrofa)
Debido
al nombre del pueblo Olmeda de las Fuentes hay que resaltar la importancia de
un árbol tan ligado al hombre como es el olmo, ya los romanos en sus campañas
militares se dedicaban por retaguardia a plantar olmos por los caminos que
transitaban poder obtener sombra y madera cuando regresaban de las batallas.
El
olmo es un árbol muy preciado por su madera, por sus propiedades curativas,
alimenticias, por su preciada sombra tan requerida en los días calurosos,
ornamentalmente es muy utilizado en parques y jardines.
Las
olmedas las encontraremos en casi todos los bosques de ribera de la Península
Ibérica, existen más de 40 especies diferentes de olmos en todo el mundo, en
Asia hay 30 especies, 10 en Norteamérica y tan solo 5 en Europa.
En
la Península Ibérica se encuentran dos especies autóctonas: el olmo común o
negrillo (Ulmus Minar) y el olmo de montaña (Ulmus glabra)
En
la actualidad el olmo que mas solemos encontrar es el olmo siberiano (Ulmus
pumila), introducida en el siglo XVI en la época de Felipe II en los Reales Jardines
de Aranjuez.
El
olmo es un árbol de gran porte que llega alcanzar los 20 metros de altura, con
troncos de hasta 4 metros de diámetro, su gran copa proporciona una fresca y
generosa sombra.
Desafortunadamente
las grandes olmedas que existían en España han ido desapareciendo debido a una
enfermedad letal para los olmos la grafiosis, se cree que proviene de China y
el primer brote se detecto a finales de la I Guerra Mundial, en Francia,
Bélgica, Alemania y Holanda.
En
la década de 1980 se produce el brote más virulento, provocado por un cepa de
grafiosis muy agresiva, por lo que las olmedas más longevas empiezan a
desaparece.
Los
responsables de la enfermedad son dos
hongos (Ophiostoma ulmi, responsable de la grafiosis común y Ophiostoma novo ulmi, responsable de la grafiosis agresiva). Ambos desarrollan
una toxina, llamada ceratoulmina, que junto con otras sustancias tóxicas y la
acumulación de esporas, producen la expansión de burbujas de aire dentro de los
vasos conductores del árbol, provocando el bloqueo del flujo de savia. El hongo para poder entrar en el árbol
necesita la ayuda de un cómplice exterior, un pequeño insecto de apenas unos milímetros de tamaño, llamado
escolítido. En sus alas lleva miles de esporas del hongo causante de la
grafiosis.
Actualmente
se están realizando estudios para obtener olmos resistentes a la grafiosis y
así poder repoblar las maltrechas olmedas.
Otro
de los arboles importantes de los alrededores de Olmeda de las Fuentes son las
encinas entre las cuales se encuentra en mitad de un campo de cultivo la encina
de La Pica un extraordinario ejemplar de 900 años y con un tamaño monumental.
Ha
llegado la hora de empezar a descubrir Olmeda de las Fuentes realizando la
siguiente senda que les propongo, empezaremos como no puede ser de otro modo,
por una de las fuentes que acoge la población en concreto en la fuente Suso,
para acceder a ella tendremos que bajar por unas escaleras de piedra justo
donde encontraremos un panel informativo sobre los olmos y la grafiosis, una
vez hayamos terminado de bajar los escalones nos encontraremos con un rincón
con mucho encanto, una pequeña plaza donde se ubica la fuente con un generoso
pilón rebosante de cristalina agua, del mismo pilón de la fuente nace una
acequia que facilita el transporte del agua a zonas más bajas donde se sitúan
las huertas , la cual seguiremos por un empedrado camino custodiado por
coquetas casas encaladas y por un muro de sillería.
Sin
perder de vista el transcurrir del agua por la acequia, llegamos hasta el “Centro
de interpretación de la Alcarria Madrileña”, en el cual encontraremos
maquinaria agrícola de época y diversos paneles ilustrativos donde nos hablan
sobre diversos temas como son: el paisaje alcarreño, actividades económicas tradicionales,
flora y fauna de la zona.
Cuando
terminemos de visitar detenidamente el centro, continuaremos nuestro camino por
la “Senda ecológica de los huertos y árboles de ribera”, durante el camino nos
encontraremos multitud de cuidadas huertas donde los vecinos de Olmeda cultivan
con mucho esmero verduras y hortalizas.
A
lo largo de la sencilla senda identificaremos especies arbóreas como el arce
negundo, el arce pseudoplatano, la catalpa, el árbol del paraíso, los nogales o
las moreras blancas.
En
cuanto a plantas y arbustos, localizaremos sin dificultad salvias, mentas,
santolinas, espinos de fuego, romeros y cantuesos.
Una
vez terminada la senda por la zona de los huertos, nos dirigimos hacia el
pueblo, todo un ejemplo de homogeneidad en lo que se refiere a gestión de
urbanismo, gracias a que nadie se ha salido del tiesto Olmeda de las Fuentes es
un pueblo modelo donde el equilibrio y la armonía se refleja en las casas del
pueblo, todas ellas de color blanco, que nos trasladan por un momento a los
pueblos blancos de Andalucía, pero en este caso a tan solo 44 kilómetros de la
ciudad de Madrid.
Pasear
por sus calles es disfrutar de la vida en un pueblo, del sosiego, del silencio,
de la ausencia de coches, de poder ir andando a todos lados, en fin todo un
privilegio, que se valora aun más cuando uno se ve privado de tan sencillos
placeres.
Si
nos fijamos en las vigas de madera de las casas localizaremos multitud de nidos
de barro de golondrinas y aviones, se dice que las golondrinas y aviones llevan
la buena suerte aquellas casas donde deciden hacer sus nidos.
Es
muy recomendable perderse entre las calles de Olmeda de las Fuentes y descubrir
rincones con encanto entre las cuidadosamente encaladas casas.
Ascendiendo
por una de las diversas calles empinadas, llegaremos hasta la Iglesia de San
Pedro, donde hay un mirador que nos ofrece una vista panorámica de toda la
roza.
Una
de las rutas más curiosas que podemos hacer dentro del mismo pueblo, es la ruta
de los pintores, la cual transcurre por Olmeda a modo de circuito callejero, a
lo largo del recorrido se van visitando las casas donde vivieron algunos de los
pintores que llegaron a partir de los años 60, en cada casa se puede encontrar
una placa donde se recogen datos biográficos y un cuadro del pintor.
Olmeda
de las Fuentes es una Villa repleta de atractivo tanto de día como de noche, su
situación geográfica única dentro de la Comunidad de Madrid hacen de Olmeda un
espacio libre de contaminación lumínica, además se encuentra en lo que
denominan una sombra luminosa desde donde se pueden observar estrella, planetas
y constelaciones difíciles de divisar desde otros emplazamientos.
Llegado
a este punto solo me queda invitarles a que visiten Olmeda de las Fuentes y
descubran un genuino pueblo de la Comunidad de Madrid.
Si
desean realizar las sendas de la zona o una visita guiada por el pueblo, pueden
contactar conmigo, escribiéndome a: danielmedioambiente@gmail.com
Bibliografía
y más información en: www.olmedadelasfuentes.org
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