Edificada
sobre una rocosa elevación del terreno la ciudad de Ávila se muestra entre mesetas y
sierras, desde la lejanía el visitante pronto se percata de la presencia de la
imponente muralla que protege los dominios de la ciudad.
En
el siglo XI surgió la necesidad de iniciar la construcción de la muralla que en la actualidad cuenta con 2516 metros de longitud, 2500 merlones con sus correspondientes
albardillas, 87 torreones y 9 puertas de acceso, cada una de ellas con su
propio nombre:
Puerta
de San Vicente.
Puerta
del Mariscal.
Puerta
del Carmen.
Puerta
del Puente.
Puerta
de la Malaventura, de la Mala Dicha o Arco de los Gitanos.
Puerta
de la Santa o de Montenegro.
Puerta
del Rastro o de la Estrella.
Puerta
del Alcázar.
La
técnica de construcción empelada fue la de espejo, que consiste en edificar dos
paredes muy juntas y rellenar el espacio entre ellas con materiales de desecho
como piedras de pequeño tamaño, argamasa y trozos de otros materiales
utilizados para su construcción.
En
1985 Ávila fue inscrita en la Lista de Patrimonio Universal de la UNESCO y no
solo por su magnífica muralla, sino también por su gran patrimonio que en su
conjunto forman un gran Conjunto Histórico, muestra de ello es la Basílica de
San Vicente, la Iglesia de San Pedro, la Iglesia de San Andrés, la Eremita de
San Segundo, el Monasterio de la Encarnación, el Real Monasterio de Santo
Tomás, la Iglesia de San Nicolás, la Ermita de Santa María de la Cabeza, la
Ermita de San Martín o el Convento de San José.
Retomando
el símbolo arquitectónico más singular de Ávila que fue declarada Monumento
Nacional y Conjunto Histórico Artístico en 1982, podemos comprobar que el color
tan característico de la muralla hace que en la época estival se mimetice con
los secos prados de los alrededores, esto es debido al color anaranjado del
granito utilizado en la construcción de la muralla, aunque también podemos
encontrar bloques de granito gris e incluso ladrillos en las partes superiores
de la muralla.
La
muralla es sin duda el monumento más visitado de la ciudad y son muchos los que
transitan por el adarve de la muralla para disfrutar de unas magnificas vistas
de la ciudad, desde lo más alto de la muralla se pueden otear las edificaciones
más significativas tanto en el interior del perímetro de la muralla como en su
exterior.
Lo
más recomendable para descubrir la ciudad es pasear por sus callejuelas, por
sus plazas para ir descubriendo todo lo que Ávila nos ofrece, como puede ser la
Catedral que es un buen ejemplo de iglesia – castillo que empezó a ser
construida bajo los cánones del estilo románico y que fue evolucionando a
diferentes estilos por ello podemos ver elementos arquitectónicos
correspondientes al agotico, al renacentista, al barroco y al neoclásico, la
Iglesia de Santiago destaca por su torre compuesta por 8 lados o la Iglesia de
San Pedro de estilo románico y gótico con su gran rosetón de estilo
cisterciense por poner algunos ejemplos de lo que podemos encontrar.
Uno
de los miradores que mas me agrado en mi visita a la ciudad fue el que se
encuentra en el Parque del Rastro, desde el cual se puede divisar todo el Valle
de Amblés y no solo eso también se puede observar a ciertas aves sobrevolando
los tejados de las casas o incluso posadas, como son: las cigüeñas blancas
(Ciconia ciconia), los estorninos (Sturnus unicolor), las águilas calzadas
(Aquila pennata), los cernícalos vulgares (Falco tinnunculus), los vencejos
comunes (Apus apus), los colirrojos tizones (Phoenicurus ochruros) y a los confiados gorriones comunes (Passer domesticus), y
todo ello sentado en uno de los bancos de parque, que permiten al visitante
descansar después de callejear por toda la ciudad.
Tras
el merecido reposo, es hora de seguir descubriendo la metrópoli, por lo que me
dirigí a contemplar el puente romano construido sobre el río Adaja, dicho
puente consta de 5 arcos y 4 capiteles protegidos con correspondientes tajamares,
el río sufre un marcado estiaje pero no hay que olvidar que en ocasiones aparecen
fuertes avenidas por lo sus aguas escasas en verano se vuelven violentas en época
de lluvias y deshielo.
Bajo
uno de sus arcos surge un camino que te dirige hasta unas antiguas tenerías donde
se lavaban y trataban las pieles para posteriormente manufacturarlas y unos
metros más adelante se localiza la Ermita románica de San Segundo.
Continuando
con el agradable paseo por la orilla del río Adaja y siguiendo aguas arriba
llegaremos hasta el Centro Medioambiental “San Segundo” y al Molino de agua de
la Losa.
Retrocediendo
por nuestros propios pasos y cruzando el puente localizaremos en un alto el
Humilladero, la cruz que marca la entrada a la ciudad, denominada los Cuatro
Postes.
Toda
esta zona tuvo su gran apogeo gracias a la industria de los tejidos, a orillas
del río se situaban molinos de agua, batanes y tenerías.
Junco
a la industria de las pieles y tejidos se situaba la Real Fábrica de Algodón
que posteriormente se reconvirtió en la Fábrica de Harinas, en la actualidad se
puede ver la esbelta y elegante chimenea construida con ladrillos, del
resto de los edificios industriales solo quedan los cimientos.
Desde
el mismo puente podemos continuar paseando y realizar un recorrido circular muy
transitado por los abulenses, el itinerario tiene como eje central el cauce del
río Adaja, desde varios lugares del paseo podremos percibir desde otro punto de
vista la muralla y el perfil de la ciudad.
Solo
me queda animarles a que visiten Ávila y se deleiten con todo lo que nos ofrece
a los visitantes, si le ha gustado el reportaje pueden colaborar con el blog haciéndose
seguidores y comentando los artículos que voy publicando, es muy gratificante
poder interactuar con tod@s los lectores, gracias.
No me puedo imaginar el trabajo que conlleva y la cantidad de horas empleadas para poder mostrarnos este fabuloso video de Ávila, parece que la han dejado vacía para hacer estas fantásticas fotografias. Estupendo trabajo Enhorabuena.
ResponderEliminarMuchas gracias, todo es cuestión de paciencia y esfuerzo.
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